Nací en Barcelona, crecí en La Bisbal d'Empordà, viví muchos años en Platja d'Aro y ahora resido en Sils, y es por eso que cuando me preguntan que de donde soy no se que responder, me siento de todos y cada uno de estos lugares en los que he estado.
Muchos me conocéis por ser la mamá perruna de Donete y eso me hace feliz, pero quiero contaros que soy fotógrafa desde los 18 años, he hecho más reportajes de bodas que pizzas he comido y me gusta más estar detrás de una cámara que en un spa.
Me veréis el 90% del tiempo con un café siempre en la mano (o cerca) y soy muy FAN de las libretas y los donuts.
Todo eso no es lo interesante ni mucho menos, pero me gustaba la idea de que en 4 lineas pudieseis ver quien os va a crear esos recuerdos que durarán para siempre.
Mi boda la recuerdo como una locura, ¡una locura muy bonita!
Entendí lo que todos me decían con “disfruta de los preparativos” aunque me pareciesen eternos, la frase de “cuando encuentres tu vestido lo sabrás”, el caos que se forma en casa cuando haces distribución de las mesas, la cantidad de cosas que hacen que una boda sea vuestra.
De todo eso aprendí que, hasta el más mínimo detalle es importante. Una sonrisa, un abrazo, una flor, una dedicatoria, una mirada de complicidad, una canción o un discurso que hace ponerte la piel de gallina.
Es por todo eso que no dejo nada por fotografiar.